La red regional de investigación y educación de América latina, acaba de sumar 9 años de vida. En esta entrevista, quien ha dirigido RedCLARA desde su inicio, nos comparte sus visiones respecto de las redes avanzadas y la colaboración global.

¿Qué viene a su mente cuando escucha que un investigador habla acerca de la colaboración?
Pienso en investigadores de América Latina trabajando juntos en la resolución de grandes problemas comunes que aquejan a la región, tales como: la previsión de desastres naturales (sismos, volcanes, inundaciones, etc.), el descubrimiento de drogas y tratamiento para enfermedades infecciosas (mal de chagas, malaria, cólera, etc.), el agregar valor a nuestros productos básicos descubriendo nuevos procesos, usos y formas de comercialización, etc. Pienso en generar masa critica en nuestra región, uniendo esfuerzos de pequeños grupos para formar grupos relevantes a nivel mundial. En fin, pienso en las inmensas posibilidades de una región integrada.

¿Qué identificaría como lo más importante de las redes de investigación y educación?
La visión de futuro, la capacidad de descubrir las nuevas aplicaciones y usos que moldearán la forma en que trabajaremos, estudiaremos y nos divertiremos en unos años más. La colaboración entre los sistemas universitarios y de investigación que busca formar equipos de gran tamaño y capacidad para resolver grandes problemáticas regionales y mundiales. La capacidad de hacer contribuciones al avance de la tecnología, como lo fue Internet, el WWW y lo está siendo ahora con el empuje en IPv6 o las redes ópticas controladas por el usuario o los sistemas de "roaming" de datos o las federaciones de identidades, etc. En resumen, las RNIE son un motor de cambio tecnológico, colaboración académica y visión de futuro.

¿Cómo describiría el papel de RedCLARA, tanto a nivel regional como a nivel global?
RedCLARA es una gran iniciativa de colaboración regional, integra los esfuerzos de las Redes Nacionales, entre sí y con el mundo. RedCLARA representa ante la comunidad Global un éxito en la colaboración de una región con vías a integrar sus sistemas universitarios y de investigación. No es en vano que otras regiones buscan analizar cómo hemos logrado tener una organización en la que todos los países de América Latina colaboran sin reservas, generosamente. Una organización que ha sabido ganarse el prestigio de seriedad y eficiencia, tanto con organismos internacionales, como regionales; una organización que está liderando la creación de servicios para los investigadores y grupos de investigación y colaborando activamente a nivel global.

¿Qué tan importante es para RedCLARA la colaboración con otras redes regionales y en qué formas colabora a nivel global?
La colaboración con otras regiones es fundamental. La investigación y la educación son hoy en día globales, nuestros académicos necesitan integrarse con equipos de investigación de otros continentes, para intercambiar datos, tener acceso a instrumentos, usar instalaciones computacionales, etc. Sin esa colaboración nuestras, por más eficientes y poderosas que sean las redes, quedarían truncadas, no cumplirían su misión de integrar Latinoamérica al mundo.

La colaboración se da de múltiples formas. Primero con la interconexión de nuestras redes y los aportes de organizaciones y proyectos internacionales que, en conjunto con nuestros pares de otros continentes, muy en particular con Europa, nos han ayudado a construir lo que tenemos. Sin esa colaboración, RedCLARA no existiría en la forma en la que la conocemos hoy. En segundo lugar, a través del intercambio de información para la colaboración entre nuestros investigadores, del permanente contacto que nos permite identificar personas e instituciones con las que nuestros investigadores pueden colaborar en materias especificas, y, por supuesto, con los acuerdos que se están logrando en materias tales como: federaciones de identidades, uso compartido de aplicaciones (por ejemplo, videoconferencias), movilidad entre nuestras redes (roaming), etc.

¿Cómo cree que cambiará en los próximos años la colaboración global entre las redes regionales?
Debiera tender a una mayor integración, sobre todo de las aplicaciones que favorecen la colaboración. Para un investigador, debiera llegar a ser tan sencillo como usar un teléfono el poder hacer una reunión por videoconferencia, compartir documentos, trabajar juntos gestionando un proyecto, organizando una conferencia, etc. Y esto debiera hacerse sin necesidad de identificarse en varios sistemas en forma separada, pero garantizando la seguridad de las aplicaciones, los datos, los documentos y las personas. La clave es la integración de servicios.

¿Podría describir su visión de las redes de investigación y educación en el futuro?
Para mi son la punta de lanza del avance tecnológico y de la integración de nuestras capacidades globales de investigación y actividad académica en general. Siendo las instituciones de educación superior e investigación aquellas donde se moldean los conocimientos y, sobre todo, de donde salen los jóvenes que construirán el futuro, es su capacidad de colaboración y de integración la que definirá lo que hagamos o dejemos de hacer mañana. Las Redes de Investigación y Educación son y deben ser los lugares donde se proponen las nuevas aplicaciones y formas de trabajo en esta sociedad hiperconectada que estamos construyendo.